Cuando una persona es iniciada
en Primer Nivel de Reiki queda conectada a la
fuente de Energía Universal y es independiente para recibir la
Energía Universal sin mediar otra persona.
La iniciación es un
procedimiento o ritual, en el que se cumplen pasos en un determinado
orden, por el cual el maestro abre y sintoniza los centros
energéticos para habilitar la canalización de la Energía. Centros
de la coronilla y las manos especialmente.
La Energía canalizada por el
reikista podrá ser para sí mismo o para otros, mascotas, comida,
agua, plantas, medicamentos etc.
En el curso de Primer Nivel se
aprende las nociones teóricas básicas, que le permitan comprender
la dinámica y poder llevar a cabo su ejercitación.
Los conocimientos
fundamentales que el maestro debe dejar claro al iniciado
son para la práctica diaria, es
decir la técnica paso a paso y en detalle de
cómo dar a otros y como hacerse a sí mismo.
Una persona iniciada en este
nivel puede darle Reiki (Energía Vital Universal) a todo aquello que
esté al alcance de su mano, por lo tanto debe tener bien en claro su
preparación antes de dar a otros y también su desconexión al
finalizar el tratamiento.
Sin embargo el énfasis de
este nivel está puesto en el autotratamiento. Todo reikista debe
tratarse a sí mismo, es prioritario el autocuidado, debe hacerse él
mismo regularmente y además debe recibir cada tanto de manos de otro
reikista.
La ventaja que tiene un
reikista con respecto al que no lo es, es la posibilidad de hacerse
tratamiento de reiki todos los días o cuantas veces quiera.
En el Primer Nivel, además de
los conceptos básicos sobre el sistema energético, se aprenden en
la práctica las posiciones de las manos, ya que el reikista debe ir
deslizando sus manos a lo largo del cuerpo de la persona receptora a
unos pocos centímetros de distancia por encima; coincidente con los
7 centros principales de energía.
Cada posición de las manos en
cada uno de esos centros a debe mantenerse por 3 minutos
aproximadamente.
En este punto es importante
tener un ambiente tranquilo, preferentemente con aromas y música
como acompañante, esto es tanto en los tratamientos a otros como en
los autotratamientos.
Existe música diseñada a
este fin, en la cual hay campanitas que suenan cada 3 minutos e
indican que es momento de cambiar las manos de posición.
Suele ser de mucho agrado para
las personas y a la vez colabora a relajarse, cuando la música
contiene sonidos de la naturaleza, de pajaritos, animales variados,
de cascadas de agua, olas del mar, viento, etc. algunos lo toman como
hábito y la música se convierte en acompañante en otros momentos
mientras realiza alguna tarea en su casa o mientras leen, estudian o
trabajan.
Para la persona que hace el
Primer Nivel y pasa a ser reikista es el inicio de un camino que
puede mejorar su vida profundamente y también la vida de las
personas que la rodean.
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