El Reikista en su Centro

La Energía Vital Universal es autónoma, actúa por sí misma, independientemente de la intención del reikista

Por eso él se abstiene de obstaculizar con su voluntad de ayudar. Cuanto más desapegado sea su servicio, mejor canal será, lo hará con un profundo respeto en su ayuda genuina, sin preconceptos, ni ideas previas de resultados que quiere lograr. 

Es el tan mencionado "soltar", en un estado de equilibrio, con la atención puesta en el momento presente, sintiendo las manos, percibiendo sensaciones, desequilibrios energéticos de la persona que recibe, y así, en una entrega total a lo mejor que tenga que suceder, en un acto de humildad transcurre una sesión. 

Con la tranquilidad de saber que lo que tiene que suceder, sucederá, y sino, será mejor que no, porque quizás no sea el momento o habrá otras cosas que tendrán que llegar. 

Estar abiertos es la gran virtud, sin expectativas, pero... sí, expectantes para darse cuenta por dónde es.......